lunes, 4 de abril de 2016

El deporte vinculado a la sociedad industrial

Vinculado a la sociedad industrial


El deporte moderno como producto sociocultural de la sociedad industrial, participa plenamente de las transformaciones que acompañan a los procesos de modernización. Con respecto a las actividades físico deportivas de épocas anteriores, el deporte moderno se caracteriza en especial por su secularismo, por ofrecer igualdad de oportunidades para competir en las condiciones de la competencia, por la especialización de roles, por la racionalización, por su organización burocrática y por la cuantificación y la búsqueda del record (Guttman, 1978, pp.15 y ss.). Se trata, como se ve, de rasgos comunes a los que presenta la sociedad industrial como no podía ser de otro modo, ya que las viejas actividades físico deportivas de las sociedades industriales se fueron transformando paulatinamente, al tiempo que lo hacía el conjunto de la sociedad, hasta convertirse en el complejo sistema deportivo de la sociedad de masas de la actualidad.

Para el historiador del deporte Carl Diem (1971), <<todos los ejercicios físicos fueron culturales en sus
Carla Diem 1882 - 1962
orígenes>>. Y en efecto, los pueblos primitivos incorporaban frecuentemente a sus ceremonias y rituales religiosos concursos de carreras, saltos, lanzamiento de peso, lucha y hasta juegos de pelota. Los juegos olímpicos antiguos, los concursos de Olimpia y Delfos, eran fundamentalmente festivales sagrados y un importante aspecto de la vida religiosa de los antiguos helenos (Durantez, 1975), por más que el evidente culto que rendían al cuerpo los griegos y la admiración que sentían por la excelencia atlética, el culto a el héroe, al atleta vencedor, son los primeros atisbo en el mundo helénico de un cierto inicio de la secularización del deporte (García Ferrando, 1990).



Aunque durante largos siglos, tanto la iglesia católica como la protestante contemplaron con una cierta sospecha el culto al cuerpo que suponían las competiciones deportivas, han acabado por aceptar la
presencia del deporte moderno e incluso lo han promovido posteriormente por su vertiente de disciplina corporal el deporte moderno, pues, se han desvinculado de la religión y se encuentra plenamente integrado en la sociedad secular, por más que aún queden vestigios religiosos tales como la acción de gracias de los equipos vencedores a las imágenes religiosas veneradas localmente, la bendición de de nuevas instalaciones deportivas, o el acto de santiguarse o de arrodillarse que realizan algunos deportistas antes de iniciar una competición o al celebrar una victoria.





La especialización, la racionalización, la burocratización, la cuantificación y la búsqueda del record, son características del deporte moderno que se encuentran íntimamente entrelazadas, ya que son el reflejo de las correspondientes características de la sociedad industrial, con su énfasis en la racionalización social y económica, la división del trabajo, la centralidad de la ciencia y la tecnología, el auge de los medios de comunicación de masa y la universalización de los sistemas educativos formales. Es decir, como reflejo de la nueva civilización industrial.




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Nacimiento del deporte moderno

Nacimiento del deporte moderno

El deporte Moderno nace en Inglaterra en el siglo XVIII, mediante un proceso de transformación de juegos y pasatiempos tradicionales en el que tuvieron un papel relevante las escuelas y clubes ingleses.
Thomas Arnold (1785 - 1842)

Thomas Arnold (1785 - 1842) pedagogo, director del Colegio de Rugby quiso fomentar la afición por los juegos reglamentados como método para desarrollar la solidaridad, la competitividad y el “juego limpio”
entre sus alumnos. Pero dejando a un lado anécdotas circunstanciales el deporte tal y como hoy lo concebimos surgió y se consolidó en todo el mundo a finales del siglo XIX debido a fenómenos sociales, de clase, muy concretos.

En un principio, su forma moderna estaba asociada con la clase media y no necesariamente con la alta. En ocasiones, los jóvenes de familia adinerada podían intentar algún tipo de hazaña física, pero su especialidad era el ejercicio relacionado con la monta, muerte o ataque de animales o personas tales como la caza, el tiro al blanco, la pesca, las carreras de caballos, la esgrima y otros. De hecho, en el Reino Unido, la palabra deporte se reservaba originalmente para este tipo de actividades, mientras que los juegos y pruebas físicas que ahora llamamos deporte eran calificados como ‘pasatiempos’.

“Los nuevos deportes llegaron también a la clase obrera, y ya antes de 1914 algunos de ellos eran practicados con entusiasmo por los trabajadores en el Reino Unido eran aproximadamente medio millón los que practicaban el fútbol y eran contemplados y seguidos con pasión por las multitudes.






Pierre de Coubertin se le conoce como el padre del movimiento Olímpico Modermo. Pierre comienza a soñar con unir en una extraordinaria competición a los deportistas de todo el mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad, sin ánimo de lucro y sólo por el deseo de conseguir la gloria, competir por competir, como dice la frase de Ethelbert Talbot “Lo importante no es vencer, sino participar”, frase mal atribuida a Pierre de Coubertin. La idea de Coubertin parecía insensata y chocó con mucha incomprensión.
Intentando convencer a todos, viajó por todo el mundo hablando de paz, comprensión entre los hombres y de unión, mezclándolo todo con la palabra Deporte. Al fin, en la última sesión del Congreso Internacional de Educación Física que se celebró en la Sorbona de París, el 26 de junio de 1894, se decide instituir los Juegos Olímpicos.

Coubertin consiguió que el príncipe heredero de Grecia, el Duque de Esparta, intercediera ante el káiser Guillermo, emperador de Alemania cuñado suyo, convenciendo a los ingleses y a su propio Gobierno. El príncipe consigue que se emita una serie de sellos conmemorativos para conseguir el dinero para los juegos. Además crea una suscripción pública con tan buenos resultados que consigue que Jorge Averof, un rico de Alejandría, corra con los gastos de la reconstrucción del estadio de Atenas.

Entonces declaro abierto los Primeros Juegos Olímpicos Internacionales de Atena el cual su lema era "Lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien"

Este modesto principio sería el origen del movimiento olímpico moderno. Los Juegos Olímpicos se han celebrado, con las excepciones de la Primera Guerra Mundial y de la Segunda Guerra Mundial, durante todo el siglo XX y principios del siglo XXI, convirtiéndose en uno de los acontecimientos más populares del planeta.